Hasta hace unos años, al comprar un auto nuevo en Chile, había algunas marcas, cuyos modelos de entrada no venían equipados con frenos ABS o airbags, por lo que cobraban precios más elevados dependiendo, entre otros elementos, del nivel de seguridad que ofrecían.
Sin embargo, considerando los resultados positivos de la presencia de equipamiento de elementos de seguridad en los vehículos, en 2017, las bolsas de aire para asientos frontales pasaron a ser obligatorias en todos los autos y luego fue el turno de los frenos ABS.
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A contar de octubre de 2020, todos los vehículos livianos de pasajeros nuevos inscritos en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados, deben traer incorporado, de manera obligatoria frenos ABS.
Esta iniciativa, parte de la modificación al Decreto 26, que estableció elementos de seguridad aplicables a vehículos motorizados, amplió las exigencias para los autos que se comercializan en Chile.
Con ello, la medida busca prevenir accidentes de tránsito, por medio de la incorporación de estos dispositivos que son parte del avance tecnológico de la industria automotriz a nivel mundial.
A eso hay que sumarle que la gran mayoría de los vehículos que vienen con frenos ABS, traen como complemento el sistema de control de la frenada EBD, el cual contribuye a controlar el vehículo en maniobras arriesgadas.
Por otra parte, la norma estableció que en octubre de 2021, se hizo obligatorio que todos los vehículos nuevos homologados en Chile deben tener Control de Estabilidad (ESP).
El sistema de frenos ABS está activo durante todo el tiempo de la conducción, monitoreando las ruedas del auto a través de sensores.
Si existe una frenada repentina, estos sensores detectan la situación y traspasan la información a una computadora que, a su vez, activa un sistema hidráulico que le resta presión a las ruedas que han sido bloqueadas por la frenada.
De esta manera, el auto desacelera de forma paulatina, retomando la tracción y permitiendo al conductor mantener el control del vehículo, impidiendo derrapes y ayudando a mantener el control.
El sistema antibloqueo de frenos tiene sus orígenes en 1936, cuando fue desarrollado por la empresa Bosch y oficializado, posteriormente, en 1978, cuando Mercedes Benz en conjunto con Bosch presentaron el Mercedes Clase S W116, que fue el primer auto en incorporar frenos ABS.
Estos dispositivos se fueron probando con los años y las estadísticas positivas en la prevención de accidentes les fueron dando la razón.
Así fue como en 2002, los frenos ABS pasaron a ser obligatorios en Estados Unidos y en 2006 en la Unión Europea, según los datos de Autopista.es.
Asimismo, otros países de Sudamérica incluyeron la obligatoriedad desde 2014, como es el caso de Brasil, Argentina y Uruguay.
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