A lo largo de la historia, más allá de las tecnologías que han ido surgiendo con el avance de la industria, los vehículos siempre tuvieron ruedas; primero eran completamente de madera, pero rápidamente llegó el caucho, que dio forma al neumático.
A principios del siglo XX, se veían llantas de madera con neumáticos de caucho, como los de hoy, pero con tecnología muchísimo más precaria. Entre los años 30 y 40 ya se veían llantas de materiales ferrosos que poco a poco evolucionarían a lo que vemos hoy; llantas de fierro, aluminio o aleación, lo que dependerá del modelo.
La función de las ruedas, como su nombre lo dice, es rodar; es decir, girar en contacto con el camino para producir el movimiento, por lo que de su buen estado depende que puedas andar.
En este post te hablaremos de su importancia, sus partes, cuidados y cuándo presentan problemas que atentan contra el uso normal de un auto.
Revisa si un auto ha tenido accidentes y multas. Conoce su kilometraje, revisión técnica y todos sus antecedentes legales y mecánicos con el Informe Autofact.
Una rueda tiene dos grandes componentes que son la llanta y el neumático; asociados a ellos vemos el sistema de frenos, los rodamientos y la suspensión, por ejemplo; pero nos centraremos en las ruedas.
La llanta, que algunos denominan aro, es la parte de metal, aluminio o alguna otra aleación que va en el centro de la rueda y que es la encargada de soportar el neumático, la presión de aire en su interior y además es la parte que se fija al auto a través de 4,5, 6 o más pernos de sujeción.
Dichos pernos cumplen el rol de fijar la rueda en su posición; si no están todos o están mal apretados podrías tener problemas con los rodamientos, con el desgaste del neumático y lo más grave es que se te podría salir una rueda mientras andas.
Si bien, muchos creen que su fin es meramente estético, también cumple ese rol estructural. A su vez, en términos de performance, no será lo mismo una llanta de fierro que una de aleación.
La primera de ellas es más dura y resistente, pero más pesada; es decir, el auto sería más lento, pero corres menos riesgo de dañarla. Para el 4x4, se acostumbran más las llantas de fierro para evitar problemas en ruta.
La válvula es la encargada de recibir el aire que infla tus ruedas. Cuando se habla de un neumático tubular, o sea sin cámara, la válvula va directamente fijada a la llanta.
Revisa que siempre tenga su tapa y que por medio del “pituto” central no se escape aire: un poco de saliva te dará la respuesta. Saca la tapa y pon un poco de saliva en la válvula y si salen burbujas estás perdiendo aire por ahí.
En caso de que tu rueda sea con cámara, entonces la válvula será parte de la cámara; pero los cuidados y usos son los mismos. Aquí ojo con la presión de aire de la rueda, puesto que,si está demasiado baja, la llanta, el neumático y la cámara se podrían deslizar entre sí, haciendo que la llanta guillotine la válvula de aire de la cámara.
Son pequeños elementos de plomo, similares a los que se usan en la pesca, que van fijados, a veces, en distintas partes de las llantas. En la alineación y balanceo es cuando se aplican estos pesos con el fin de promover un giro fluido, sin vibraciones.
Falta revisar el neumático, que es, junto con la llanta, lo más importante en cualquier rueda.
Los neumáticos son elementos mayoritariamente de caucho, con algunos otros componentes, además de un alambrado interno que ayuda a dar una mejor estructura a los mismos.
Dependiendo del fabricante, los neumáticos pueden estar confeccionados con: caucho natural y sintético; acero, nylon, sílice, poliéster e incluso petróleo, entre otros productos.
Hoy existen muchísimos tipos, tamaños y usos de un neumático. Existen los neumáticos para pavimento, para caminos de tierra, para el barro o mixtos. Sin embargo, sus componentes son básicamente los mismos y a continuación, te los detallaremos
Como te dijimos, existen otras partes, que, si bien no son parte en sí de las ruedas, sí inciden directamente en su funcionamiento; nos refererimos a:
Todos estos componentes requieren de atención y mantención preventiva o correctiva, cuando sea el caso. El daño de alguno de ellos podría resentir en un futuro cercano cualquier componente de tus ruedas y/o del vehículo en sí.
Si inflas el neumático y se desinfla, pero no está pinchado. Ahí podría haber:
Hablando de la llanta, sus indicadores de falla son más reducidos y a la vez menos frecuentes.
Por ejemplo, como dijimos una llanta abollada o perforada podría resentir el funcionamiento de esa rueda, dado que el neumático podría perder aire.
Si estuviera con algún tipo de deformación, podrías resentir rótulas, homocinéticas, rodamientos y masas, entre otras cosas.
Aunque no son parte de la rueda, hay parientes directos en el funcionamiento de cualquier vehículo y también pueden presentar sus fallas, en parte producto por el mal estado de las ruedas.
Si vas a comprar un auto usado, siempre te recomendamos obtener el Informe Autofact, ya que podrías obtener valiosa información legal, comercial y hasta mecánica del vehículo que quieres comprar.
Respecto de lo mecánico nos queremos detener, dado que hay algunos signos que te podrían indicar, más allá de las ruedas, algunas fallas al tren motriz de un vehículo.
Decimos más allá de las ruedas, porque los neumáticos y las llantas se reemplazan; de hecho, los neumáticos se reemplazan cada 40 o 50 mil kms; mientras que las llantas se reemplazan por falla, rotura o mera estética.
Constantes rechazos en la revisión técnica podrían indicar un problema nunca resuelto del todo. Podría ser algo con los frenos, las luces, la dirección o la documentación.
En el Historial de Revisión Técnica del Informe Autofact verás si se aprobó o no las revisiones técnicas a lo largo de la vida útil del auto. Si ha sido rechazada puedes saber el por qué.
De toda la nomenclatura que aparece en esa parte del Informe las siglas AL (alineación), FR (frenos), HO (holgura), SU (suspensión) y GI (radio de giro); podrían darte ciertas luces de si las ruedas, el tren motriz o de dirección, entre otros podría haber dado problemas.
De haber sido rechazada por alguno de esos motivos, pregunta al vendedor del auto qué pasó en esa oportunidad.
El registro de kilometraje te ayudará a ver básicamente dos cosas; saber cuánto se ha usado el auto y si podría haber estado detenido mucho tiempo; lo que podría deberse a un accidente, por ejemplo.
En promedio un vehículo de uso diario rueda cerca de 20 mil kms al año. Si la cifra que ves en el informe es muy superior, el desgaste en el área de las ruedas podría ser superior.
Si es demasiado bajo el kilometraje, entonces podrían haber usado poco ese vehículo, o bien estuvo parado por un accidente. Si no sale esto último en el Informe, pregúntale al dueño.
Hablando de los accidentes; pregúntale al dueño, porque a veces un choque menor ni se denuncia, por lo que podría no figurar en ningún antecedente.
Aunque los accidentes de mayor envergadura, donde hay denuncias multas y a veces otras sanciones, son informados todos en nuestro Informe Autofact, que compila documentos oficiales al respecto.
En un accidente podría haberse resentido fuertemente cualquier zona del tren motriz del auto, así que averigua qué arreglos se hicieron en esos accidentes.
Si un auto fue adquirido por alguien en un remate de autos accidentados, mejor ni lo compres; existe una gran posibilidad que haya sido fuertemente dañado y no tan bien reparado. A no ser que sepas perfectamente el estado del vehículo, mejor recular.
Aquí puedes ver si existió alguna vez un llamado de atención por parte de la marca que podría informar alguna falla de fábrica de un lote de vehículos. Lo ideal es que no informe de problemas ni con sus ruedas ni con nada.
Revisa si un auto ha tenido accidentes y multas. Conoce su kilometraje, revisión técnica y todos sus antecedentes legales y mecánicos con el Informe Autofact.