El sistema de dirección de un vehículo es el encargado de mantener su tren delantero recto o ayudar a que vire hacia la derecha o izquierda según los giros del volante que hace el conductor.
Independiente del tipo de dirección que tenga un vehículo, las partes que la componen son:
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Desde los orígenes de la industria, los vehículos tenían este tipo de dirección, la que todos identificamos como esa “dirección muy dura del auto antiguo”. Como su nombre lo dice, se compone solo de piezas mecánicas para funcionar, tales como volante, barra de dirección, caja de dirección, rótulas, cremallera y rótulas.
Aquí no hay asistencia ni ayuda de ninguna otra fuerza que la que ejerce el propio conductor al girar el volante.
Por años muchas personas se jactaban, de cierta manera, en decir: “mi auto tiene dirección hidráulica”; y claro, durante los años 90, convivían en el parque automotriz vehículos con dirección mecánica y otros con hidráulica. Hoy esa convivencia, si bien se mantiene, las direcciones mecánicas están en franca desaparición.
La diferencia con la dirección mecánica es que un sistema hidráulico, compuesto por una bomba y aceite, ayuda a que se ejecute el movimiento rotativo de las ruedas. Esta bomba es accionada por una correa que va conectada al motor; de ahí la explicación que con el motor apagado la dirección es dura y con el motor encendido se volvía blanda.
Al día de hoy sigue siendo de los tipos de dirección más utilizados en la industria; por ejemplo, el Chery Tiggo 2 y la Mitsubishi L200, el SUV y camioneta más vendida en Chile en 2022 ofrecen este tipo de dirección.
Este tipo de dirección es una mejora de la dirección hidráulica, la que no acciona la bomba hidráulica desde el motor del auto, sino desde un motor eléctrico encargado de ello. Es la que también se conoce como dirección asistida; la que usa, por ejemplo, el Chevrolet Onix, el vehículo de pasajeros más vendido de 2022.
Cuando vayas a comprar un auto usado hay varios indicios que te pueden decir si hay problemas en la dirección o tren delantero de un vehículo a la hora de elegir un vehículo. Entre ellos, destacan:
Cuando manejes un auto usado que quieres comprar, busca un espacio poco transitado para poder maniobrar con el volante sin que corras riesgo tú ni los demás. Haz zigzag, no es necesario que lo hagas a alta velocidad; luego haz curvas cerradas a la izquierda y luego a la derecha; por último, intenta virar en U, idealmente para ambos lados.
Todos los movimientos deben ser fluidos, sin necesidad de forzar el volante; ni siquiera en las direcciones mecánicas, pues si bien son duras, el movimiento igual debe ser fluido.
Si en cualquiera de estas maniobras sentiste algún crujido, vibración, o bien notaste que el volante no giraba fluidamente; o peor aún no volvía a su posición por inercia, entonces puede haber los siguientes problemas:
Si sientes la dirección dura, pero funciona, podría haber muy poca presión de aire en los neumáticos, que la están volviendo más pesada de lo normal. Si es eso, inflando los neumáticos, los síntomas deberían desaparecer.
Nunca dejes de atender un problema de dirección de tu vehículo. Si aparece algún síntoma extraño, haz la mantención correctiva y/o reparación inmediatamente, puesto que un colapso del sistema de dirección podría provocar un accidente, que bien podría ser fatal.
En el Informe Autofact puedes encontrar mucha información que te puede ayudar a saber cómo ha sido la vida de ese sistema de dirección; entre otras cosas, claro. Tales antecedentes pueden ser:
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