En Chile, la Ley N°19.496 de protección de los derechos de los consumidores obliga a todas las empresas que comercializan productos nuevos a responder con una garantía dentro de un plazo de 90 días, a través de la llamada “garantía 3x3”, que consiste en 3 meses de plazo para que el cliente pueda reclamar; y 3 alternativas con las que la empresa debe responder al cliente a través de una reparación gratuita, cambio del producto o devolución del dinero.
Esta normativa incluye a los autos nuevos y automotoras, pero, las marcas ofrecen una garantía voluntaria adicional que generalmente va de los 3 años y 70 mil kilómetros hasta los 6 años y 120 mil kilómetros, dependiendo de cada marca.
A través de la garantía voluntaria, la marca responde por los desperfectos que ocurran en el tiempo determinado en el contrato, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos establecidos por los fabricantes, como los siguientes:
Al querer hacer uso de la garantía, debes tener presente que existen algunos ítems que no están bajo el amparo del contrato de garantía, como los siguientes:
No obstante, existen marcas que, dentro de la garantía voluntaria incorporan una garantía limitada, que incluye elementos de desgaste por un tiempo o kilometraje acotado. Por ejemplo, la garantía limitada Volkswagen cubre ciertos elementos durante los primeros 10 mil kilómetros, como los siguientes:
Pastillas de freno, discos de freno, tambores de freno, bujías, focos, fusibles, filtros de gasolina, filtros de aire, filtros de polen, plumillas delanteras y traseras, ajustes mecánicos básicos y de carrocería, volante de motor, collarín, plato y disco de embrague mecánico, amortiguadores mecánicos, defectos visibles en la carrocería, molduras y cromos.
Transcurrido el tiempo o kilometraje máximo, estos elementos quedan automáticamente fuera de la garantía voluntaria, debido a que forman parte de las piezas que se desgastan y fallan por el normal funcionamiento del vehículo.
En caso de sufrir una falla en el plazo establecido por la marca, lo que corresponde es hacer el requerimiento en el concesionario oficial y acreditar el cumplimiento de los requisitos para optar a la garantía, por lo que aquí el libro de mantenciones oficiales es fundamental.
En algunos casos, se trata de fallas comunes, que a veces están incluidas en recalls de la marca, por lo que las automotoras las conocen y reparan rápidamente.
En otros casos, las fallas pueden ser atribuidas al conductor y a su estilo de manejo, por lo que es aquí donde entramos en caminos pantanosos, ya que ciertas piezas que pueden dañarse por causa de un mal manejo también pueden fallar por haber salido mal de fábrica y quien decide si aplica o no la garantía en primera instancia es la misma concesionaria, por lo que, en este escenario, la contienda es desigual.
Revisa los antecedentes mecánicos y legales de un auto con el Informe Autofact.
Cuando surgen estas discrepancias entre cliente y concesionaria, la única entidad con atribuciones para resolver el conflicto es la Justicia Civil, y para acceder a ella, el cliente puede recurrir al Servicio Nacional del Consumidor, SERNAC, para recibir asesoría y patrocinio en el proceso de exigir su derecho a garantía.
Existe un sin número de causas que han llegado a tribunales con sentencias para uno y otro lado, sin embargo, hay casos emblemáticos donde la justicia ha condenado a las automotoras a responder por la garantía y, además, a indemnizar a los clientes por daños morales y perjuicios.
Hay algunas marcas que sí permiten transferir la garantía al nuevo dueño del auto, siempre que el vehículo cumpla con todas sus mantenciones en los concesionarios autorizados y, por supuesto, que esté dentro del plazo o kilometraje estipulado en los términos y condiciones de la póliza entregada al usuario al momento de la compra del vehículo.
Por este motivo, si vas a comprar un auto semi nuevo, es bueno que solicites este documento a la persona que te lo está vendiendo para ver cuáles son las garantías a las que puedes optar con la marca en caso de desperfectos.
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