Los discos de frenos son literalmente unos discos, como los de vinilo, pero metálicos o de algún tipo de aleación resistente a la fricción y altas temperaturas.
Los discos de freno son componentes esenciales en el sistema de frenado de la mayoría de los vehículos modernos. Estos discos van conectados a cada rueda y giran simultáneamente con ellas. Su tarea es disminuir la velocidad o detener el vehículo al hacer contacto con las pastillas de freno. Este contacto genera fricción, convirtiendo la energía cinética del movimiento en calor.
Antes de comprar un auto usado, revisa su historial completo con el Informe Autofact.
Para tener una resistencia pertinente, los discos de freno se fabrican con hierro, aluminio, manganeso, silicio y otros componentes que deben soportar elevar su temperatura hasta 500 °C sin dañarse.
Cada disco de freno se aloja detrás de cada rueda y giran solidariamente. Para poder frenar, lo que sucede es que hay una pinza de freno o caliper, que es la de color amarillo en la foto, y que aprieta al disco cuando pisas el pedal del freno.
Para hacer fricción entre las pinzas o caliper y el disco, hay unas pastillas que se instalan en las pinzas que aprietan al disco, hasta hacer frenar la ruedas.
Hoy existen sistemas que ayudan y controlan el andar y frenar de un auto, tales como:
Como aparece en la foto de a continuación, verás las pastillas que están fabricadas de diversos materiales metálicos y no metálicos, alternativas hay muchas; y al instalarse en las pinzas, generan tal fricción, que consiguen frenar una rueda que puede ir a 100 km/h o más.
Todo el sistema que hace que, cuando presionas el pedal, las pinzas con las pastillas aprieten el disco, funciona hidráulicamente, con líquido de frenos. Este fluido se encuentra en un depósito plástico pequeño abajo del capot.
El líquido de frenos debe estar siempre en el máximo y se cambia cada 40.000 kilómetros o dos años.
Ojo, que el tiempo puede atentar contra la calidad del líquido de freno, si pasaron dos años y no anduviste 40 mil kilómetros, cambia igual el líquido de frenos.
En la actualidad, la gran mayoría, por no decir todos los vehículos modernos, tienen frenos de disco, al menos en el tren delantero. Los más deportivos o potentes, podrían tener freno de disco en las cuatro ruedas.
El otro sistema de frenos de tambor es más utilizado en algunos modelos, en la parte de atrás y en casi todas las ruedas de los autos antiguos. Se trata de un sistema de frenos menos eficiente, pero más económico. No obstante, está en retirada de la industria.
Existen dos tipos más utilizados de freno de disco: con discos sólidos y con discos ventilados.
Comenzaron siendo de hierro fundido, pero ese material tiende a calentarse más y a hacer menos eficiente la frenada. De esta manera, la industria dio un salto de calidad, desarrollando discos de aleaciones a base de carbono o cerámica, produciendo menos sobrecalentamiento y mejor frenada en las ruedas de un auto.
De todas formas, los más utilizados siguen siendo de hierro fundido, solo que con mejoras; como ser ventilados, con o sin rayas; o bien con o sin ondulaciones.
Los discos de freno con aleaciones de carbono y cerámica se ve más en autos deportivos o incluso de carreras.
Son los discos más comunes y utilizados, parecen un vinilo, pero metálico. Son los tipos de discos que más ves en autos de gama más media o de serie.
Podrían tener algunas ondulaciones y/o ser rayados para mejoras en la frenada, menor acumulación de temperatura y suciedad.
Los discos ventilados son discos que tienen perforaciones en la superficie del disco, que también ayuda a disipar el calor que produce una frenada.
También podría tener la superficie rayada u ondulada para mejorar la frenada y calentarse menos. Con un disco caliente, el roce de la pastilla es menor y por eso la frenada es más deficiente.
Como casi todo en un vehículo, los discos de frenos requieren de mantención. La verdad es fundamental hacer mantenciones preventivas a los frenos periódicamente.
Según el recorrido, en esa mantención podría corresponder cambiar los discos de freno. Con el paso del tiempo y los kilómetros, la superficie del disco deja de ejercer buena resistencia contra las pastillas para frenar, aunque las pastillas estén nuevas.
Para saber cuándo cambiar un disco de freno, presta atención a las siguientes señales o antecedentes de desgaste.
Si el vehículo requiere cambio de pastillas, podría producir un chirrido metálico al frenar, el que es producido por la pastilla gastada contra el material metálico del disco. No obstante, un disco con la superficie dañada o corroída, también podría producir algún sonido que pida cambio a gritos.
Si un disco tiene rayas, imperfecciones o perforaciones que no corresponden al diseño de ese disco o está más fino de lo que dice el manual del fabricante de tu auto, entonces hay que cambiar ese disco sí o sí.
En cualquier caso, es mejor reemplazar al menos el par. Si el problema está atrás, cambiar los dos y si es adelante, también. También podrías ver que tu disco está oxidado; de ser así, también se pierde efectividad en el roce de las pastillas con el disco.
En estos casos, también es mejor cambiarlos.
Lo ideal es cambiar los discos de freno cada 120.000 kilómetros o más dependiendo del modo de uso.
Más seguido se cambian las pastillas, las que se gastan y se reemplazan.
A no ser que tengas buena experiencia como mecánico, cambiar los discos de freno necesitan de un profesional. Te decimos esto, porque para cambiar un disco de freno hay que desarmar bastante, además de desconectar el sistema de frenos.
Si quieres cambiar un disco de frenos, mejor es ir a un taller mecánico de confianza o bien a la concesionaria, en caso de aplicar y ser posible.
Las pastillas de freno se deben cambiar entre 40 mil y 80 mil kilómetros, dependiendo del uso del coche y el material de las pastillas.
Si quieres alargar su vida útil, al igual que la vida útil del disco de freno, lo mejor es manejar siempre tranquilo y a la defensiva, de manera tal de no someter a un esfuerzo muy grande los frenos.
Para evitar un esfuerzo mayor en los frenos, además de cambiar periódicamente las pastillas, hay que reemplazar el líquido de freno, el cual podría perder eficacia en presencia de humedad.
Si los frenos tienen buenas pastillas y líquido de freno, los discos se resentirán menos al ejecutar frenadas. Recordemos que una frenada produce calor en todo el sistema de frenos y si ese calor es excesivo, podrías dañar los discos de freno.
Para que se genere menos calor, es bueno tener pastillas en excelente estado y líquido de freno reemplazado una vez al año.
Si tu vehículo es muy pesado, o muy potente, y tiene discos sólidos, evalúa reemplazar los discos que tiene por discos ventilados. Este tipo de discos disipa mejor el calor y prolonga su vida útil. Un vehículo pesado y/o potente necesitará de un gran esfuerzo para frenar, sobre todo a gran velocidad.
Para comprar discos de freno tienes varias opciones. Primero están los portales web, encabezados por Mercado Libre, y también sitios web especializados en repuestos.
Una simple búsqueda de Google, te puede arrojar alternativas tales como:
Antes de comprar un auto usado, revisa su historial completo con el Informe Autofact.