Por difícil que parezca, errar en el tipo de combustible que se carga en un vehículo que funciona con un motor de combustión es más común de lo que piensas.
Si bien es cierto que la industria automotriz y las estaciones de servicio han tomado resguardos al respecto, implementando mangueras y pistolas distintas para cada tipo de combustible y boquetes de carga de diferente tamaño en vehículos diésel o de gasolina, este problema ha seguido ocurriendo en todo el mundo.
Dicho lo anterior, cabe preguntarse ¿por qué motivo se comete este error? Existen distintos factores que pueden jugar en contra a la hora de cargar con combustible tu auto; desde una simple distracción del vendedor hasta un error de la bencinera por tener el combustible incorrecto en sus estanques.
Lo cierto es que echarle gasolina en vez de diesel es más posible que viceversa. Esto porque tanto los dispensadores de diésel como los orificios de carga en vehículos de diésel son más anchos que en los de gasolina, por lo que errar en el sentido contrario, es decir, ponerle diésel a un bencinero es casi imposible, físicamente hablando.
Por esta razón, en este artículo revisaremos cuáles son los riesgos asociados a cargar gasolina en vez de diésel en un vehículo petrolero y verás qué hacer para resolver este problema que puede llegar a convertirse en un gran dolor de cabeza y en un gasto extra para tu presupuesto.
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Para entender qué es lo que pasa con tu automóvil una vez que le pones el combustible equivocado, primero es necesario entender que cada tipo de combustible tiene sus características particulares, así como los motores de los vehículos de gasolina también presentan diferencias con los de diésel.
Por eso, para que comprendas los efectos que tiene la gasolina o el diésel en un motor erróneo, te dejamos las 5 principales diferencias que es posible reconocer entre estos dos tipos de combustible que puedes encontrar en las estaciones de servicio de nuestro país:
Por un lado tenemos el diésel, también conocido comúnmente como petróleo o gasóleo. Este es un combustible líquido compuesto por hidrocarburos más densos y pesados que la bencina, principalmente alcano.
Mientras tanto, la gasolina común está compuesta por hidrocarburos más ligeros, como alcano y alquenos, que son mucho más volátiles que los que componen al primero.
Como vimos en el punto anterior, la composición de cada tipo de combustible le confiere características únicas, como en es el caso de la densidad y viscosidad.
Así, vale destacar que el diésel es un combustible más denso y viscoso que la gasolina, por lo que es más espeso y fluye con más dificultad que la bencina.
En cambio, la gasolina es menos densa y más fluida que el diésel, por lo que es más fácil de bombear y mezclar, y corre con mayor facilidad por los ductos internos del motor.
Los motores que funcionan con gasolina tienen bujías, que son las que suministran el combustible en su justa medida para generar la evaporación del mismo y su posterior combustión al mezclarse con el aire dentro del motor. Es decir, este tipo de motores funcionan gracias a pequeñas explosiones de gasolina que se producen en su interior.
En tanto, los motores de diésel no cuentan con bujías, sino que, a través de un mecanismo especial, se comprime el combustible a tal punto que se genera el calor y la explosión, provocando el movimiento del vehículo.
Otra de las diferencias más importantes entre la gasolina y el diésel es su punto de inflamación. En este sentido, la temperatura de ignición del diésel es mayor, es decir, requiere de mayor temperatura para encenderse espontáneamente.
Por otra parte, la gasolina tiene un punto de inflamación más bajo, lo que la hace más fácil para encenderse a bajas temperaturas o, en otras palabras, es más inflamable que el diésel.
Cuando hablamos de eficiencia energética nos referimos a la cantidad de energía que proporciona un litro o galón de combustible. En este aspecto, se sabe que el diésel es energéticamente más eficiente que la bencina, por tanto, tiene un rendimiento mayor en kilómetros recorridos por cada litro.
En cambio, la gasolina tiene una eficiencia energética menor, pero es más conveniente en motores de alta velocidad y rendimiento, debido a su capacidad de quemar más rápido.
En síntesis, el diésel y la gasolina son dos tipos diferentes de combustibles con propiedades y aplicaciones distintas. La elección entre diésel y gasolina depende del tipo de vehículo, el rendimiento deseado y las regulaciones ambientales en vigor en cada país.
Los efectos esperables al suministrar un combustible inapropiado a tu auto, moto, camioneta o camión, pueden variar dependiendo de si le echas diésel a un vehículo que usa gasolina o gasolina a un vehículo petrolero.
En primer lugar, si le pones diésel a un vehículo bencinero, el combustible no se evaporará como lo hace la gasolina, por lo que no genera chispa. Así, es muy difícil que el automóvil encienda en esta situación y, si lo hace, lo más probable es que esté quemando la bencina que ya había previamente al interior del motor.
Ten en cuenta que, frente a este problema, lo más recomendable es evitar el encendido del motor, puesto que el diésel puede obstruir el filtro de combustible y provocar fallas en los inyectores del motor, los cilindros y cigüeñales, que son partes clave para el funcionamiento del su mecanismo.
En el caso de cargar gasolina en vez de diésel, la situación no es tan distinta: el auto no arrancará o lo hará con mucha dificultad, emitiendo ruidos extraños, y al final terminará por detenerse. Esto puede provocar daño en el filtro y en la bomba de inyección del motor diésel, por lo que sería necesario sustituirla.
¿Qué otros riesgos se corre al ponerle gasolina en vez de diésel a un vehículo petrolero? Algunos de los problemas asociados a este error son los siguientes:
Si te cargan gasolina en vez de diésel en tu vehículo, es importante tomar medidas rápidas para evitar daños en el motor y otros problemas que pueden salir muy caro. Los pasos que debes seguir son los siguientes:
Si te das cuenta de que te han cargado gasolina en lugar de diésel antes de prender el motor, es fundamental que no lo enciendas. Arrancar el motor con el tipo de combustible incorrecto puede causar daños graves, como los que vimos en la sección anterior.
Informa inmediatamente al vendedor de la estación de servicio sobre el error. Pídele que detenga la operación y que tome nota de lo sucedido, este registro será importante en caso de que quieras poner un reclamo por responsabilidad de la gasolinera, posteriormente.
Contacta a un servicio de grúa para llevar tu vehículo a un taller mecánico de confianza. No intentes conducirlo, ya que el motor podría sufrir daños graves, como vimos anteriormente.
En el taller, el mecánico deberá vaciar todo el combustible incorrecto del sistema, incluyendo el tanque de gasolina y las líneas de combustible. Esto es esencial para evitar daños al motor y permitirá limpiar apropiadamente todos los componentes que hayan sido contaminados.
Después de drenar el sistema, es importante limpiar cualquier residuo de gasolina que pueda haber quedado entre sus partes. Luego, se deben revisar todos los componentes del motor afectados, para asegurarse de que no hayan sufrido daños o definir cuándo es necesario reemplazarlos.
Es posible que sea necesario reemplazar los filtros de combustible y el filtro de aire, ya que podrían haberse contaminado con gasolina. En casos más extremos, los inyectores de combustible también podrían haberse dañado, por lo que es importante evaluar bien la gravedad del problema.
Una vez que el sistema esté limpio y los componentes revisados, llena el tanque con diésel de alta calidad.
Antes de retirar el vehículo del taller, asegúrate de que el motor funcione correctamente. Realiza una prueba de manejo para verificar que no haya problemas de rendimiento ni ruidos inusuales.
Recuerda que es muy importante actuar con rapidez y evitar arrancar el motor si te han cargado el combustible incorrecto, ya sea gasolina en vez de diésel o diésel por gasolina. Los daños al motor pueden ser costosos de reparar, por lo que es mejor prevenirlos tomando las medidas adecuadas desde el principio.
Actualmente, hay muchas fuentes de información que te permiten conocer si un auto específico tiene motor de diésel o de gasolina, un dato muy importante cuando estás buscando un auto usado para comprar.
La primera alternativa para conocer qué tipo de combustible usa un vehículo o un modelo en particular es revisar en el manual de usuario. Si no tienes acceso a este, puedes buscarlo en internet y descargarlo para consultarlo cuando lo necesites.
Otra fuente de información técnica de un modelo de automóvil es el sitio web oficial de la marca, que siempre ofrece información fidedigna sobre los modelos que han desarrollado y que se comercializan en el país.
Sin embargo, la dificultad de estas dos es que muchas veces un mismo modelo de auto en distintas versiones puede tener motor de gasolina o de diésel, y si no tienes tan claro cuál es la versión específica que quieres consultar, podrías tener dificultades para identificarlo.
Por eso, si quieres conocer este y otros antecedentes de un auto de segunda mano que se encuentra en venta, te recomendamos descargar el Informe Autofact. Se trata de un completo reporte vehicular que incluye información valiosa sobre el auto y su situación legal, lo que te permitirá tomar una decisión informada.
Esto lo podrás encontrar en la primera sección del informe, denominada Datos del Vehículo. Aquí podrás ver, además del tipo de combustible, los siguientes datos:
Además, otros antecedentes importantes que puedes conocer en el Informe Autofact son los siguientes:
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