¿Viajes de negocio? ¿Merecidas vacaciones con la familia? Cualquiera sea el motivo de tu viaje, es importante que tomes medidas precautorias que garanticen tu seguridad y la de quienes te acompañan.
Recuerda que quedarte en pana o chocar, por cualquier razón, a cientos de kilómetros de tu casa, sería lo peor que te pudiese ocurrir. Por ello, los siguientes consejos te ayudarán a que tengas un viaje seguro.
Revisa el historial legal y mecánico de un auto usado. Chequea si tiene multas, deudas TAG, si ha sido chocado, si tiene reporte por robo, limitaciones al dominio y muchos otros datos
Dado que estás pensando en un viaje largo, en el que tu vehículo va a estar sometido a un uso prolongado, lo primero que deberías hacer es constatar que se encuentre en perfecto estado.
Entre otras cosas, revisa o haz revisar por un mecánico de confianza los neumáticos (incluyendo el de repuesto), los frenos y el motor (aceite, líquido refrigerante, filtros).
Una travesía larga exige que estés al ciento por ciento de tus capacidades, ya que tendrás que prestar atención a la vía durante una mayor cantidad de tiempo en condiciones que no siempre serán óptimas.
Por este motivo, es fundamental que antes del viaje hayas dormido al menos ocho horas y que no hayas estado consumiendo alcohol ni ningún tipo de drogas 72 horas previas al viaje.
Tampoco deberías conducir si te encontraras muy resfriado, con fiebre o estás tomando medicamentos que produzcan somnolencia.
Adicionalmente, lo aconsejable es que te tomes un descanso al menos cada tres horas, para ir al baño, estirar las piernas, hidratarte y, lo más importante, romper la rutina, pues muchas veces los conductores se duermen al volante cuando han manejado por una vía más o menos recta durante muchas horas.
En cuanto a los líquidos, conviene que ingieras alguna taza de café o refrescos, que por el contenido de cafeína ayudan un poco a despertarse, pero sin exagerar, pues también pueden generar efectos adversos.
En principio no es muy aconsejable, pues obviamente la visibilidad disminuye. Si no tienes otra opción, es fundamental que seas más estricto con las recomendaciones anteriores, especialmente en lo que respecta al descanso previo.
En estos casos, viajar con un copiloto que esté pendiente de que no te distraigas o duermas puede ser una ventaja. Adicionalmente, de noche es preferible reducir la velocidad, mantener la mayor distancia de separación con el vehículo de adelante y utilizar adecuadamente las diferentes luces del auto.
Esto es, las luces bajas úsalas cuando vas detrás de alguien, o viene otro vehículo en contra; mientras que las luces altas úsalas cuando no se ve ni otros vehículos cerca y a la vez se transita por carretera lejos de cualquier zona urbana.
Lo importante es que te asegures de que tú y el vehículo están en condiciones óptimas para hacer el recorrido sin mayores complicaciones, revisando que el primero funcione correctamente y que tú estés lo suficientemente descansado y en total uso de tus facultades.
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