Los autos de hidrógeno ya son una realidad en Chile y un nuevo avance en el desarrollo de la electromovilidad. También conocidos como Fuel Cell Electric Vehicle (FCEV), este tipo motores permiten reducir la huella de carbono en el transporte, gracias a una innovadora tecnología que utiliza el hidrógeno como fuente de energía.
Estos motores de cero emisiones son esencialmente eléctricos, pues son impulsados por electricidad generada por el gas. Sin embargo, a diferencia de los vehículos puramente eléctricos (BEV), los autos de hidrógeno no se enchufan a la red eléctrica, sino que se cargan de hidrógeno en estaciones de carga especialmente adaptadas para estos vehículos.
En Chile, el hidrógeno verde ha captado el interés de la industria debido a las excelentes condiciones para producirlo de forma limpia y económica, con la ayuda de las energías renovables que se producen principalmente en el Desierto de Atacama y en la Región de Magallanes.
Gracias este favorable panorama, son varias las marcas que ya están invirtiendo en esta tecnología e impulsando la entrada de los nuevos autos de hidrógeno al mercado nacional; en este artículo te contamos cuáles son las opciones disponibles y cómo funciona un motor de hidrógeno.
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El hidrógeno verde es un tipo de hidrógeno producido mediante energía renovable, a través de la electrólisis del agua. Este proceso separa el hidrógeno del oxígeno sin generar emisiones de carbono, en contraste con otros métodos de producción que dependen de combustibles fósiles.
La abundancia de recursos naturales y energías limpias que hay en Chile nos ponen en ventaja en la producción de hidrógeno verde en la región. De hecho, el país se ha fijado una ambiciosa ruta de desarrollo para el hidrógeno verde, que tiene como objetivo aumentar la capacidad de generación energética que tenemos hoy y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
¿Cómo? La Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde (2020) plantea una serie de esfuerzos público-privado que incluye financiamientos e incentivos para proyectos de hidrógeno verde, con el fin de aprovechar la abundancia de recursos renovables, como la radiación solar en el norte y la eólica en el sur.
Así, la producción de hidrógeno verde a gran escala permitiría abastecer tanto al mercado nacional como exportar energía limpia, posicionando a Chile como un líder en la industria del hidrógeno y abriendo el mercado automotor a una nueva generación de automóviles cero emisiones.
A diferencia de los autos eléctricos, que utilizan una batería eléctrica para funcionar, los autos de hidrógeno funcionan con una pila de combustible, de ahí su nombre en inglés (Fuel Cell Electric Vehicle). En esta pila de combustible es donde se produce una reacción química que genera la electricidad que alimenta el motor eléctrico del vehículo.
Para que esto suceda, el hidrógeno gaseoso primero se almacena en los tanques del vehículo, que generalmente se encuentran debajo de los asientos traseros o del maletero. Desde ahí, el gas se transporta a la célula de combustible, donde el sistema lo convierte en electricidad a través de la reacción con el oxígeno que ingresa desde el exterior.
En términos técnicos, el hidrógeno se combina con el oxígeno en una célula de combustible para generar una corriente eléctrica mediante un proceso llamado electrolito de membrana de intercambio de protones.
Esta electricidad es la que alimenta el motor, que finalmente moverá las ruedas del auto. Además, parte de la energía se almacena en una batería interna recargable y se utiliza para reforzar la potencia de la pila de combustible en situaciones de conducción más exigentes, como una aceleración a fondo.
Gracias a esta reserva extra de energía, la autonomía de los vehículos con pila de hidrógeno es mucho mayor que la de los eléctricos e incluso mayor que muchos motores convencionales, superando los 600 kilómetros con una carga completa (aproximadamente 5 kilos de hidrógenos).
El funcionamiento de los vehículos de pila de hidrógeno ofrece una serie de ventajas, que te comentamos a continuación:
Gracias a estas características, los vehículos de hidrógeno son ideales para reducir la contaminación urbana y cumplir con los objetivos medioambientales a los que Chile apunta.
Sin embargo, esta innovadora tecnología también presenta algunas desventajas que es importante conocer antes de decidirse por un auto con este tipo de motorización. Aquí te dejamos algunos puntos que vale la pena evaluar:
Cabe destacar que ya fueron homologados dos modelos de estos vehículos en Chile, sin embargo, debido a la falta de infraestructura de carga, todavía no se ha abierto su venta al público general, así que esta tecnología seguirá en “marcha blanca” por tiempo indefinido.
La recarga de los autos de hidrógeno se realiza en estaciones de hidrógeno, también llamadas “hidrogeneras” o “hidrolineras”, en los países donde son más comunes. En estas estaciones, el hidrógeno se almacena en forma gaseosa y a alta presión, similar a las estaciones de gasolina convencionales.
El proceso de carga es rápido, tomando entre 3 y 5 minutos, lo que ofrece una ventaja en comparación con los tiempos de carga de los autos eléctricos, que pueden varias horas para tener una carga completa, y más de 10 minutos para una carga rápida, de duración más limitada.
Para cargar un vehículo de hidrógeno:
Esta facilidad de recarga es un aspecto clave para su adopción en el transporte de carga y otros sectores que requieren tiempos de inactividad mínimos.
En Chile, el desarrollo de la infraestructura de carga de hidrógeno aún está en sus primeras etapas. Solo existen algunas iniciativas particulares en curso para implementar estaciones de recarga en zonas estratégicas del país, especialmente en áreas donde se espera un alto tráfico de vehículos de hidrógeno, como Santiago y el norte de Chile.
Sin embargo, hay dos puntos de recarga disponibles actualmente, para los pocos vehículos de pila de combustible que circulan por las calles de Chile:
Por ahora, no hay noticias de nuevas estaciones de carga para pilas de hidrógeno, pues todavía se trata de una tecnología que se encuentra en fase experimental en Chile, por eso los primeros modelos que circulan por las calles del país todavía no se comercializan al público general.
Algunas marcas y modelos están comenzando a establecerse en el mercado chileno, principalmente como proyectos piloto y en colaboración con empresas del sector energético. Aquí te dejamos un listado con los pioneros de este nuevo sector vehicular que pronto formará parte de la oferta de los fabricantes en Chile:
El Toyota Mirai es uno de los modelos pioneros en la industria de los vehículos de hidrógeno y ha logrado un reconocimiento mundial. Ofrece una autonomía de hasta 650 km con una sola carga y es uno de los autos más eficientes en su categoría.
Este modelo de la marca japonesa fue el primero de su categoría en llegar al mercado local, con 3 unidades. Está equipado con una célula de combustible de alta eficiencia, tiene un diseño aerodinámico, se carga de combustible en un máximo de 3 minutos y tiene una velocidad máxima de 178 km/h.
En cuanto sus características técnicas, el Toyota Mirai, tiene una potencia de 182 CV y 300 Nm de par motor. Además, se sabe que es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 9 segundos, y algunos atributos de seguridad que hay que destacar son las siguientes:
En 2018 se lanzó el Hyundai Nexo, el primero de la marca coreana en utilizar un motor de hidrógeno. Tiene una velocidad máxima de 179 km/h y alcanza los 100 km/h en 9,2 segundos. Su capacidad de almacenamiento de combustible es de 6,33 kg de hidrógeno, que le otorga una autonomía de 756 km por carga como máximo.
En cuanto a sus características técnicas, este modelo tiene un motor eléctrico de 120 kW y 163 CV de potencia, además de un par máximo de 395 Nm.
Este modelo aún no se vende en Chile, pero es muy conocido en otros países, especialmente en Europa, donde la red de recarga de hidrógeno está más desarrollada que acá.
Entre las iniciativas locales para desarrollar esta tecnología tenemos el trabajo que hace Hyundai con QEV Technologies (de Barcelona, España) y el Centro Mario Molina Chile, como lo informa el medio Forbes.cl, quienes lograron adaptar vehículos comerciales para incorporar la pila de hidrógeno en su mecanismo.
El resultado es toda una gama de vehículos que incluye una furgoneta de 15 metros cúbicos, un minibús de 19 pasajeros, un camión de 3,5 toneladas, y se espera el pronto lanzamiento de algunos vehículos especiales, como ambulancias, oficinas móviles para servicios públicos y otros.
Asimismo, los esfuerzos de universidades también están aportando a la adopción de esta tecnología. La Universidad Técnica Federico Santa María, presentó la primera camioneta eléctrica impulsada por hidrógeno verde desarrollada en Chile con propósitos heavy duty o para transporte de pasajeros.
Este proyecto nació por la necesidad de la industria minera de poder contar con vehículos eléctricos que se puedan usar de forma subterránea, para lo cual se le reemplazó el motor de diésel a una camioneta de marca SsangYong para instalar ahí el sistema de hidrógeno, todo esto en el Laboratorio de Electromovilidad del Departamento de Ingeniería Eléctrica.
En paralelo, el proyecto busca desarrollar tecnologías con hidrógeno verde para maquinarias del sector minero y en trenes eléctricos.
Definitivamente, los vehículos de hidrógeno en Chile representan una gran oportunidad en la transición hacia un transporte sostenible. Aunque el mercado todavía es pequeño y la infraestructura insuficiente, el potencial del hidrógeno verde está sentando las bases para un futuro en el que los autos de hidrógeno sean una opción accesible y popular.
Gracias a sus beneficios ambientales, facilidad de carga y el compromiso de Chile con este tipo de combustible, los autos de hidrógeno se perfilan como una opción clave para la movilidad sostenible en el país. Con el tiempo, estos vehículos podrían desempeñar un papel fundamental en la reducción de las emisiones de carbono y en la mejora de la calidad del aire en las ciudades chilenas.
*Las imágenes que aparecen en este post pertenecen a sus respectivas marcas.
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