Un microchip es una tableta diminuta que integra un complejo sistema de circuitos electrónicos. Se emplea en la fabricación de una gran variedad de aparatos, incluyendo computadores, teléfonos, tablets y, por supuesto, los autos.
Estas pequeñas piezas electrónicas son parte del ADN de los vehículos modernos, comprometiendo componentes como el motor, la seguridad, conectividad y confort.
A continuación, te contaremos más detalles sobre la importancia de los microchips en la fabricación y precio de los autos.
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Los microchips son claves hoy en los autos, pues cada vez son más electrónicos y modernos.
Aproximadamente, el 40% del costo de fabricación de un auto es por componentes electrónicos.
Hay que recordar que elementos de seguridad, sensores, pantallas, visores, llaves y otros ocupan estos elementos, y, por normativas, cada vez es más normal que los autos los traigan desde la versión de entrada.
Además, está la realidad de los autos eléctricos e híbridos, cuya dependencia de los microchips es mucho mayor, pues estas piezas están relacionadas con el control del motor eléctrico, la gestión de la batería, intervienen el sistema de frenado regenerativo, el control de temperatura, sistemas de asistencia al conductor, navegación y conectividad.
Desde los comunes puertos USB y cámaras, hasta el computador. Los microchips están presentes en distintos sistemas del vehículo, tanto aquellos que manipulamos diariamente desde nuestro habitáculo, como complejos sistemas electrónicos y mecánicos del auto, como los siguientes:
Como has podido ver, los microchips están presentes en prácticamente toda la cadena de producción de los vehículos automotores.
Por lo tanto, si el mercado no cuenta con microchips, la industria automotriz se estanca, se atrasan las exportaciones hacia los distintos países y, por lo tanto, se produce escasez de vehículos nuevos en las concesionarias.
Obedeciendo a la ya conocida ley de la oferta y la demanda, si hay pocos autos, los precios suben.
Durante la pandemia, entre 2020 y 2022, en Chile, pudimos comprobar que el estancamiento en la fabricación de autos por falta de microchips no solo influyó en el precio de mercado de los vehículos nuevos, sino también en el mercado de los autos usados, donde los valores se dispararon y se produjo una suerte de burbuja automotriz.
Tal fue el efecto de la falta de microchips en la contracción del mercado automotor chileno, que se vivieron dos situaciones:
Por la falta de microchips en las plantas de ensamblaje de autos, en pandemia hubo quiebre de stock de distintos modelos, especialmente en autos SUV. Los usuarios hicieron compras en verde, por autos que demoraban hasta seis meses en llegar al país.
Ante la escasez de autos nuevos, los intereses (también alentados por los retiros del 10% de las AFP), se fueron a los vehículos usados.
De este modo, los autos usados aumentaron sus precios hasta en un 50%. O sea, un usado que antes de la pandemia costaba 10 millones de pesos, durante la burbuja automotriz llegó a costar hasta 15 millones.
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