El octanaje o número de octanos es una escala respecto de la calidad y capacidad del combustible de aguantar la compresión del pistón hasta detonar. Cuanto más alto es el octanaje, entonces más energía útil recibirá el motor del vehículo.
Es decir, en el proceso de compresión del motor, que es una de las cuatro etapas de su funcionamiento (admisión, compresión, combustión y escape), el octanaje determina el punto de compresión donde la bencina explotará con la chispa de la bujía y la admisión de aire, pasando así al proceso de combustión.
Más gráfico aún… En cosa de segundos, entra aire a la cámara de combustión, donde está el pistón dentro del cilindro. Luego de eso, el pistón sube haciendo compresión dentro del cilindro, como el émbolo de una jeringa. Dicha compresión se desarrolla hasta que la bencina explota, produciendo la combustión, pasando luego al escape, donde salen las emisiones al ambiente.
Bueno, el octanaje de la gasolina mide ese punto entre la compresión y la detonación de la combustión.
Cada motor tiene una relación de compresión, que es un índice que indica el óptimo nivel de funcionamiento de la energía que genera el motor. Si se usa un octanaje no adecuado, esta relación de compresión no es la que corresponde, mermando el desempeño del vehículo.
Si el octanaje es insuficiente, aumenta la relación de compresión, detonando antes, golpeando el pistón, dañándolo junto con las bielas: fundir tu motor o simplemente dejarlo flojo es inminente
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Como te dijimos recién, el octanaje mide la capacidad que tiene un combustible de comprimirse hasta detonar. En Chile existen las bencinas 93, 95 y 97, en otros países existen de características similares, pero podrían contabilizar el octanaje de manera diferente. En algunos países existe la 87 octanos, por citar un ejemplo.
Los vehículos que necesitan gasolina 93 octanos, experimentarán la detonación del combustible antes que una de 95 o 97. Esto ocurre en vehículos con niveles de compresión más baja, que son motores más antiguos o bien menos deportivos.
Por el contrario, un combustible de 97 octanos, comprimirá el pistón hasta el máximo, haciendo la liberación de energía y movimiento del pistón mucho más fuerte. En los autos de carrera, como la Fórmula 1, el octanaje puede superar los 100 octanos, pues la compresión es aún mayor.
Son años de ingeniería y desarrollo los que hacen que en un determinado motor, las marcas de auto, establezcan qué tipo de bencina necesitan. No es bueno hacer caso a mitos y teorías que buscan que modifiques el octanaje de tu vehículo, sigue lo que dice el Manual del Fabricante, siempre.
Según detallan los especialistas, no es tan grave que le pongas un octanaje mayor a un motor de octanaje bajo, el daño mayor se hace cuando a un auto de octanaje mayor le bajas el octanaje al echar bencina.
Si un auto necesita 97 octanos y le pones 93, lo que estás haciendo es apurar la detonación del combustible, acelerando el movimiento del pistón, produciendo un cascabeleo al interior, que a la larga desgastará prematuramente pistones, cilindros, bielas y al cigüeñal. El daño es a largo plazo, pero de todas formas es daño.
Eso sí, actualmente los vehículos cuentan con sensores de octanaje, que acomodan la necesidad de compresión del motor según el combustible que esté en el estanque. A cambio, igual el desempeño del vehículo es menor, solo que no hay tanto desgaste de las piezas del motor.
Por su lado, un motor que utiliza gasolina 93 octanos, si se le echa una 95 o 97, se está postergando un poco la detonación de la bencina, haciendo que el pistón detone más arriba, a una mayor compresión, haciendo el movimiento enérgico del motor más suave, más silencioso y con un aumento de las RPM más limpio.
Eso sí, ese motor debe estar en perfecto estado, dado que aguantará una compresión mayor al retrasar su detonación con un mayor octanaje. Eso sí, no es que la compresión se hace a un nivel de un motor que necesita 97, pero sí se retarda un poco, desaprovechando todos los beneficios que podría entregar la bencina de mayor octanaje en Chile.
Así lo explicó Manuel Fuentes, docente de Inacap en entrevista a La Tercera: “cuando el octanaje es superior al recomendado por el fabricante, no pasa nada, pero en el caso inverso, se generarán detonaciones previas en el motor”.
A la vez, el especialista de Mecánica Automotriz de la casa de estudios, sostiene que si por cualquier razón se mezclan los octanajes, no se producen daños adicionales en el motor. Hay que destacar que la bencina de 95 octanos es una suerte de mezcla entre la 93 y 97.
En el largo plazo, si se utilizó un octanaje menor al requerido, se prendería la luz de Check Engine, obligando a hacer un scanner al motor. Si hasta ese momento estuviste usando 93 sube el octanaje inmediatamente, podría apagarse la luz.
No, el octanaje no incide en el consumo de gasolina. Como te dijimos, un octanaje mayor al necesario, en el mejor de los casos, hará algo más suave el andar del motor.
Dicha suavidad, podría hacer más eficiente el andar, pero eso no implica ahorro de combustible, por el contrario, estás gastando más dinero, porque el litro de bencina 97 es más cara que la bencina 95.
Para ahorrar bencina y hacer que tu vehículo sea lo más eficiente posible en esta materia, hay otras cosas que puedes hacer que no tienen nada que ver con cambiar el octanaje requerido por el auto.
A continuación, te mostramos algunos tips que harán que el consumo de combustible sea el más bajo posible para tu vehículo.
Cuanto más rápido vayas, estarás exigiendo más el motor, haciendo que los ciclos sean más rápidos, detonando más combustible por cada metro que recorres, esto hará que gastes más bencina.
Tu vehículo no gastará lo mismo en carretera si vas a 120 km/h que a 100 km/h. En los motores pequeños, esa diferencia se nota aún más. Si vas a 120 km/h el consumo siempre será mayor que yendo más despacio.
Si tienes calor, el último recurso que debes utilizar es el aire acondicionado. Usar el AC siempre hace más pesado el vehículo, exigiendo más al motor y por ende, gastando más combustible.
Si tienes calor, prende los ventiladores del auto, sin encender el AC o abre un poco las ventanas. Si es posible refréscate o échate agua con un aspersor, pero evita con todo usar el aire acondicionado.
Cuidado con abrir mucho las ventanas, podrías resentir la aerodinámica del auto, haciendo que tenga más resistencia en el andar, esforzando más el motor y gastando más bencina. Eso sí, ese consumo siempre será inferior que usando el aire acondicionado.
No creas que estás en Rápido y Furioso, la vía pública es para andar y no para correr. Si estás atrasado, ir más rápido aumenta el riesgo de tu integridad física y de tu bolsillo.
Cuanto más subas las rpm de tu motor, harás más ciclos del movimiento del pistón, aumentando las detonaciones y por ende, el gasto de bencina.
Maneja tranquilo, relajado y pasa de cambios apenas el motor comienza a pedirlo, no esperes y lleva tu vehículo a rpm tranquilas, ojalá no pasar de las 3.000 rpm.
A la vez, si vas en carretera a 80 o 90 km/h, tu motor irá completamente aliviado en quinta, el consumo de combustible podría ser menor que a 100 km/h incluso.
Si eres de los que maneja brusco y usas la caja de cambios para ayudar en la frenada, lo que no es incorrecto, sí estarás aumentando el gasto de combustible, porque al bajar cambios mientras disminuyes la velocidad, tu motor aumentará sus rpm y por ende el consumo de combustible.
Eso sí, frenar ayudándote con bajar de marchas, ayuda a hacer una frenada más segura, quitando algo de responsabilidad exclusiva a los frenos. Eso sí, en términos de ahorro de combustible, no es lo más recomendable.
Un motor sano será más eficiente, se esforzará menos y por supuesto, gastará menos combustible. Para que esto ocurra, debes tener el afinamiento del vehículo al día, estar con el auto bien alineado, balanceado y andar con la presión correcta de aire en las cuatro ruedas.
Procura tener siempre las mantenciones preventivas del auto hechas a tiempo y como su nombre lo dice, de forma preventiva; es decir, antes que el motor pida ayuda por alguna mantención mal hecha o por un desgaste que pudo ser evitable.
Entre las mantenciones preventivas más frecuentes está el cambio de aceite. Quizás no influye directamente en el consumo de combustible, pero sí en la salud del motor.
Si demoras demasiado en cambiar aceite, el motor va a sufrir un mayor desgaste, porque el aceite perdió viscosidad. Dicho desgaste, requerirá de un mayor esfuerzo del motor para funcionar; y, por lo tanto, un mayor consumo de bencina.
Hay otras mantenciones que inciden algo más en el desempeño y consumo de combustible.
Con bujías viejas, la combustión será ineficiente, donde incluso podría ocurrir que se pierda gasolina sin quemarse, pasando a mejor vida completamente en vano.
Si el filtro de aire está muy tapado, la admisión de aire a la cámara de combustión será poco eficiente, aumentando el esfuerzo del motor, haciendo el auto más pesado y gastador.
Podría haber sensores de oxígeno, combustible u otros que hagan que tu motor se desafine literalmente, haciendo del funcionamiento poco armonioso, lo que podría traducirse en un mayor gasto en bencina.
Estos tres elementos tienen que ver con el andar y aerodinámica del auto. Si un vehículo no tiene un andar fluido, con un mal trabajo de su tren de dirección y suspensión, esto producirá que se vuelva más pesado y menos aerodinámico. Si esto ocurre, será más gastador.
Aquí hay que tener cuidado con engolosinarse. Si bien es cierto que cuanto mayor aire en las ruedas, más liviano será el auto y también más eficiente en el gasto, también inflar mucho los neumáticos aumenta el peligro de derrape o pérdida de control, pues pierdes tracción en el vehículo.
Cuando las ruedas están poco infladas, hay una mayor superficie de contacto del neumático con el asfalto, lo cual hace que el vehículo se vuelva más pesado. La falta de aire, además, hace el neumático más tosco, requiriendo un mayor esfuerzo del auto y por lo tanto, un mayor gasto de bencina.
Si están muy infladas, el vehículo tendrá un andar mucho más liviano, pero a cambio tendrá una superficie de contacto menor, la que podría ser riesgosa por tener poca tracción.
En este sentido, es bueno revisar la indicación del fabricante respecto de las libras de presión de aire necesarias para las ruedas. Normalmente, ronda las 30 a 32 libras.
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